LOS AÑOS LOCOS EN LA REINA DEL PLATA
Fue en la década del `20 cuando Buenos Aires experimentó el primer salto demográfico, alcanzando 1.900.000 habitantes. Eran los años de la gestión modernizadora del intendente Carlos Noel, blanco predilecto de las ironías de los jóvenes de Florida.
En las páginas del periódico Martín Fierro- un quincenario que durante cuatro años funcionó como el órgano oficial del grupo de Florida y llegó a publicar 45 números con una tirada de 25.000 ejemplares- aquellos jóvenes se despachaban sin miramientos de ninguna especie y con mucho humor sobre el arte, la cultura y la sociedad establecida. Una voracidad modernizadora los inflamaba.
En el número 4, del 15 de mayo de 1924, publicaron el MANIFIESTO MARTINFIERRISTA que había redactado Oliverio Girondo y decía cosas como éstas:
-“Frente a la impermeabilidad hipopotámica del “honorable público”.
Frente a la funeraria solemnidad del historiador y del catedrático, que momifica cuanto toca.
Frente a la ridícula necesidad de fundamentar nuestro nacionalismo intelectual, hinchando valores falsos que al primer pinchazo se desinflan como chanchitos.
Y sobre todo, frente al pavoroso temor de equivocarse que paraliza el mismo ímpetu de la juventud, más anquilosada que cualquier burócrata jubilado:
MARTÍN FIERRO siente la necesidad imprescindible de definirse y de llamar a cuantos sean capaces de percibir que nos hallamos en presencia de una NUEVA sensibilidad.
MARTÍN FIERRO sabe que “todo es nuevo bajo el sol” si todo se mira con unas pupilas actuales y se expresa con un acento contemporáneo.
MARTÍN FIERRO se encuentra, por eso, más a gusto en un transatlántico moderno que en un palacio renacentista.
MARTÍN FIERRO cree en la importancia del aporte intelectual de América previo tijeretazo a todo cordón umbilical.
MARTÍN FIERRO tiene fe en nuestra fonética, en nuestra visión, en nuestros modales, en nuestro oído, en nuestra capacidad digestiva y de asimilación.
¡Entregar a cada nuevo amor una nueva virginidad, y que los excesos de cada día sean distintos a los excesos de ayer y de mañana!
MARTÍN FIERRO sólo aprecia a los negros y a los blancos que son realmente negros o blancos y no pretende en lo más mínimo cambiar de color.
¿Simpatiza Ud. Con MARTÍN FIERRO?
¡Colabore Ud. Con MARTÍN FIERRO!
¡Suscríbase Ud. A MARTÍN FIERRO”